jueves, 23 de diciembre de 2010

ÁFRICA FÍSICA


Aquí os dejo un mapa físico para faciltar el trabajo de estas vacaciones de Navidad. Hacedlos con calma dejando claro en cada mapa lo que representan:  Límites, relieve, ríos, lagos y costas.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Las Cruzadas

Dentro de la historia, las cruzadas fueron una serie de expediciones militares (1096-1291), organizadas por los caballeros de la cristiandad occidental, bajo la dirección de la Santa Sede, con el fin de expulsar a los musulmanes de los Santos Lugares.


Urbano II, a través de su llamamiento en el Concilio de Clairmont (1095), logró poner en marcha el feudalismo bajo la dirección de la Iglesia. Además, los que se encontraban en el discurso de Urbano II, se sintieron conmovidos. Urbano II distribuyó unas cruces de paño rojo a los cientos de caballeros para que se las pusieran en la espalda, o sobre la parte de la armadura que resguardaba la cabeza y el rostro. Por este hecho se les llamó precisamente "los cruzados" y durante los meses siguientes Urbano II viajó a Francia para organizar la expedición.

Los jefes y soldados de la Primera Cruzada eran en su mayoría franceses, cada capitán comandaba su propio ejército. Se tomó el acuerdo de que todas las fuerzas militares se encontrarían en las cercanías de Constantinopla en 1099 y allí empezarían las operaciones contra los turcos.
Los que tomaron parte en la Primera Cruzada fueron Godofredo de Bouillon, Bohemundo de Tarento y el conde Raimundo IV de Tolosa, al mando de las fuerzas lorenesas, normandas y provenzales, respectivamente. El fin de esta cruzada fue en 1099 y sus resultados fueron la toma de Nicea (1097), Antioquia (1098) y Jerusalén (1099). Se crearon los reinos de Jerusalén y establecimientos latinos en la costa asiática.
La Segunda Cruzada (1147-1149). En Europa, las noticias de la caída de Edesa produjeron una alarma inmediata, especialmente entre los dirigentes de la Iglesia. El Islam estaba dispuesto a expulsar a los cristianos de Tierra Santa. El Papa Eugenio II confió en una segunda cruzada al más importante clérigo de la Iglesia de esa época, San Bernardo de Claraval. Fue dirigida por Luis VII de Francia y Conrado III de Alemania y se retiró después del fracaso del asalto a Damasco en el 1148. En los treinta años que siguieron al fracaso de la Segunda Cruzada, Tierra Santa sufrió una total y amenazadora transformación. Por primera vez, los musulmanes se unieron en un gran ejercito contra sus invasores. Las campanas de las iglesias fueron fundidas y los suelos y paredes de la mezquita de Omar purificados con agua de rosas.



La Tercera Cruzada (1189-92). Urbano III muere y le sucede Gregorio VII. Esta cruzada es consecuencia de la derrota de Hattín y la toma de Jerusalén en 1187 por Saladino. Fue organizada por Felipe Augusto II de Francia, Ricardo I Corazón de León de Inglaterra y Federico I Barbarroja de Alemania. Este último murió en Silicia en 1190; Corazón de León tomó Chipre en 1191 y luego con Felipe Augusto II toman Acre en 1191. Ricardo estableció una tregua de tres años con Saladino. El poder del Islam bajo Saladino parecía insuperable. Saladino muere y los musulmanes se sintieron desvalidos.



La Cuarta Cruzada (1202-04). Inspirada por Inocencio III, el Papa en 1198. Se compone predominantemente de franceses, destacando Bonifacio de Montferrato y Teobaldo de Champaña. Debido a la intervención veneciana, tuvo como consecuencia la fundación del Imperio Latino de Constantinopla en 1204. Los cruzados sólo podían obtener los barcos en Venecia, Pisa o Génova, ciudades que eran poderosísimas e importantes centros culturales y comerciales. Hacia 1205, el Imperio Latino alcanzó su mayor extensión. Bonifacio resultó muerto en una batalla contra los búlgaros. La fragilidad del Imperio Latino era evidente.



La Cruzada de los Niños (1212). Miles de niños se concentraron en Francia y en el Oeste de Alemania e iniciaron una penosa marcha con intención de llegar a Tierra Santa y reconquistar Jerusalén. Consiguieron alcanzar Marsella y puertos del sur de Europa. Pocos fueron los sobrevivientes de esta cruzada.



La Quinta Cruzada (1217-1221). Proclamada por Inocencio III. Intervienen en esta: Juan de Brienne, que era el rey titular de Jerusalén y Andrés II de Hungría. Después de ser derrotados ante el monte Tabor, los cruzados pasaron a Egipto y ocuparon por un tiempo Dalmietta. Los cruzados esperaban conquistar Egipto pero no triunfaron, porque el sultán los amenazó inundando las zonas rivereñas del bajo Nilo y pidieron la paz.



La Sexta Cruzada (1228-1233). Fue una cruzada imperial, organizada por el excomulgado Federico II de Alemania y por medios diplomáticos que consistían en el Tratado de Jaffa (firmado también por el Sultán y Federico II), logró la recuperación de Jerusalén, Belén y Nazareth.



La Séptima Cruzada (1248). La atención de Federico se centró en el conflicto con el Papado. Esta cruzada fue muy parecida a la Quinta Cruzada, preparada con el mismo criterio, con parecida ignorancia y culminada con igual desastre. Fue la respuesta a la derrota de Gaza en 1244. San Luis, mal aconsejado, dirigió sus fuerzas contra el Cairo, pero fueron cercados y vencidos en Mansurah.



La Octava Cruzada (1270). Dirigida por San Luis en contra de Túnez. Los cruzados desembarcaron en el norte de África y fueron bloqueados en Cartago. Les faltó agua y una peste se cernía sobre el ejército. Concluye con la muerte de San Luis.



Las Cruzadas fueron suspendidas a partir de la caída de Acre en el año de 1291 aunque todavía se predicaron algunas. Cabe destacar que las dos ultimas cruzadas fueron una iniciativa personal de Luis IX de Francia.

http://www.youtube.com/watch?v=HHkzyGd-VEI&feature=related

Los cretenses

En la fértil isla de Creta ubicada en el centro de las rutas marítimas entre Asia, Africa y Europa Oriental, surgió hacia el 2000 antes de Cristo la primera gran civilización de Europa. El palacio era el centro de todas las actividades de Creta. Era el lugar donde vivía el rey, el centro religioso y ritual, y el centro de la vida comercial.
La leyenda cuenta que el primer rey, Minos de la ciudad de Cnossos, dominó toda la isla y creó la civilización "minoica". El rey era a la vez el sumo sacerdote. Los nobles asistían al rey, vivían en los alrededores del palacio y practicaban deportes como el boxeo y la tauromaquia (algo parecido a las corridas de toros).
Los cretenses fueron grandes comerciantes. Intercambiaban sus coloridos tejidos y sus utensilios de bronce por madera y lino, con Siria, Egipto, Chipre y el resto de Grecia, donde fueron imponiendo la moda cretense, tanto en las ropas como en las costumbres
Seguramente como una necesidad de organizar su intenso comercio, los cretenses desarrollaron la escritura. Escribían en tablitas de arcilla y en un principio esta escritura fue llamada jeroglífica por el parecido con la egipcia. Con el tiempo se volvió más simple y lineal pero la mayoría de estas tablitas todavía hoy no han podido ser descifradas.
Los habitantes de Creta construyeron monumentales palacios de varios pisos y artísticamente pintados y decorados con frescos en las paredes que reflejan escenas de la vida cotidiana. En la ciudad de Cnossos, que por aquel entonces llegó a tener 100.000 habitantes, se construyó el más grande de los palacios. Las habitaciones reales estaban en el primer piso junto a la sala del Trono, las inmensas bodegas y los talleres de los artesanos. Todo el edificio tenía un excelente sistema de distribución de agua. Estos palacios no tenían fortificaciones lo que indica que fueron construidos en épocas de paz.
La Talasocracia
A partir del reinado de Minos (2000 antes de Cristo) los monarcas de Creta fomentaron la navegación y construyeron una poderosa flota con la que dominaron las rutas comerciales. Se dice que el propio Minos dirigió muchas expediciones militares ocupando distintas regiones de Grecia, entre ellas la zona de Atenas, sometiendo a su población y obligándola a pagar tributos. A este dominio lo llamaron los griegos la Thalasocracia (el gobierno del mar: Thalasos = mar, Cracia = gobierno).

Aquí tenéis una imagen del palacio de CNOSSOS el más importante de este pueblo.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

ESCRITURA CUNEIFORME: MESOPOTAMIA

De todas las formas de escritura que hoy conocemos, la más antigua es la escritura cuneiforme. Fue creada por los sumerios hace nada menos que seis mil años, es decir, alrededor del cuarto milenio a.C.

En sus inicios, las gentes que habitaban las tierras de Mesopotamia desarrollaron un sistema de escritura basado en imágenes, en dibujos simples llamados –técnicamente- pictogramas. Utilizaban para ello tablillas de arcilla, cortadas en columnas verticales, en las que grababan esos pictogramas con un punzón afilado que se fabricaba con cáñamo. Poco a poco el sistema se fue perfeccionando: empezaron a escribir de una forma ordenada, de izquierda a derecha y en filas horizontales, tal y como ahora lo hacemos nosotros. Las formas pictóricas empleadas se fueron simplificando, haciéndose más abstractas y también más fáciles de realizar. Así se podía escribir más y más rápido, y también de una forma más sencilla. El punzón anterior se sustituyó por otro en forma de cuña, que permitía, dependiendo del ajuste de la posición de la tabla frente al punzón, utilizar un mismo instrumento para escribir una enorme variedad de caracteres. Ese punzón es el que pasó a la historia: por ser su forma de cuña, a esta escritura se la llama cuneiforme.
Si era necesario, porque el texto escrito fuera de suma importancia, se podían cocer las tablillas, de forma que tanto ellas como su contenido quedaban intactas para siempre. Gracias esa técnica hay muchísimas de estas tablillas que han quedado para la posteridad, y hemos podido conocerlas y descifrarlas. Cuando no hacía falta conservar los documentos, se reciclaban y se podían utilizar tantas veces como fuera oportuno.
Aunque la escritura cuneiforme fue inventada por los sumerios, luego la utilizaron acadios, babilonios, elamitas, hititas, y asirios, aunque todos ellos empleaban –lógicamente- sus propias lenguas.
El primer occidental en conocer la escritura cuneiforme fue Henry Rawlinson, quien, en 1835, encontró la Inscripción de Behistún en un acantilado de esa ciudad, en Persia. Entre Rawlinson y su colega escocés Edwar Hincks llegaron a la conclusión de que estas tablillas –escritas en lengua persa antigua- correspondían a una lengua silábica, y empezaron el lento y tortuoso trabajo del descifrado. Les ayudó enormemente el descubrimiento de la ciudad de Nínive, cuya biblioteca albergaba miles de tablas de arcilla con las que podían comparar.


Aquí ves un ejemplo de esta escritura mesopotámica.
 Como puedes observar puedes apreciar las huellas de las marcas que dejaban los escribas al usar el punzón sobre las tablillas.