En el siglo IX, la comarca de Trujillo estaba dominada por una tribu bereber. En e año 1186, Alfonso VIII logró dominar la ciudad. Diez años después, pasó a manos almohades. En el año 1232 las órdenes militares la incluyeron definitivamente a la Corona después de haber estado durante seis siglos bajo la dominacón árabe. Fue empeñada por Fernando II para obtener dinero. Alfonso XI la donó a su esposa, doña María de Portugal.
El origen de Trujillo se remonta a la época romana. Pero su fama es debida, sobre todo, a que es la cuna de muchos conquistadores importantes del país, entre los que destacan Pizarro, García de Paredes, Orellana o Nuño de Chaves. Más de 600 hombres participaron en la conquista de América, iniciándose así la etapa expansionista y colonialista española.
Este castillo es un recinto cuadrado con torreones en las esquinas. La puerta de acceso está enmarcada por grandes torres macizas. En la parte oeste se construyeron dos torres albarranas, elemento propiamente árabe, unidas al edificio por un puente levadizo y resguardadas por una barrera. Esta barrera servía como protección exterior y llegó a ser doble. Las torres, abundantes en la edificación, rematan en almenas cuadradas.
El palacio-fortaleza es un recinto amurallado con forma cuadrada y con proliferación de torres en sus estructuras. En su ornamentación alterna elementos decorativos musulmanes, como los arcos de herradura y la utilización de ladrillo, con elementos cristianos. Destaca también el aljibe del interior del edificio.
El material utilizado es la piedra con un sillarejo muy trabajado y colocado ordenadamente, creando así una estructura férrea y compacta. Hay que destacar la utilización del aparejo con forma de soga y tizón, técnica muy típica del califato. Para comunicar las torres albarranas con el resto del edificio se colocó un puente de hierro y madera. La piedra se combina con el ladrillo, sobre todo, como elemento decorativo.
Espero que os sirva como ejemplo de expansión de la Reconquista por Extremadura.
El origen de Trujillo se remonta a la época romana. Pero su fama es debida, sobre todo, a que es la cuna de muchos conquistadores importantes del país, entre los que destacan Pizarro, García de Paredes, Orellana o Nuño de Chaves. Más de 600 hombres participaron en la conquista de América, iniciándose así la etapa expansionista y colonialista española.
Este castillo es un recinto cuadrado con torreones en las esquinas. La puerta de acceso está enmarcada por grandes torres macizas. En la parte oeste se construyeron dos torres albarranas, elemento propiamente árabe, unidas al edificio por un puente levadizo y resguardadas por una barrera. Esta barrera servía como protección exterior y llegó a ser doble. Las torres, abundantes en la edificación, rematan en almenas cuadradas.
El palacio-fortaleza es un recinto amurallado con forma cuadrada y con proliferación de torres en sus estructuras. En su ornamentación alterna elementos decorativos musulmanes, como los arcos de herradura y la utilización de ladrillo, con elementos cristianos. Destaca también el aljibe del interior del edificio.
El material utilizado es la piedra con un sillarejo muy trabajado y colocado ordenadamente, creando así una estructura férrea y compacta. Hay que destacar la utilización del aparejo con forma de soga y tizón, técnica muy típica del califato. Para comunicar las torres albarranas con el resto del edificio se colocó un puente de hierro y madera. La piedra se combina con el ladrillo, sobre todo, como elemento decorativo.
Espero que os sirva como ejemplo de expansión de la Reconquista por Extremadura.