Fernando I "El Magno", no sólo pasará a la historia por sus campañas militares, de las que las crónicas aseguran que nunca fue derrotado, sino también por el fomento de la cultura y las artes. Durante su reinado se encargó la sustitución de la antigua iglesia mozárabe de San Juan Bautista de León por un nuevo edificio, construido en base a los cánones del nuevo estilo que bajo el reinado de su padre había comenzado a irrumpir en la península, el Románico.
El 21 de diciembre de 1063 se consagró el nuevo templo, que cambió de advocación por el traslado de las reliquias de San Isidoro, ganadas a Al-Mutadid de Sevilla tras una campaña militar. Allí recibió sepultura. Además, bajo su mecenazgo se fomentó también el trabajo del marfil y de los códices miniados, ejemplo de ello son el famoso Cristo de Fernando I y Doña Sancha, conservado en el Museo Arqueológico Nacional y el beato de Fernando I, del que podemos disfrutar en la Biblioteca Nacional.
Sus restos yacen para la eternidad en el Panteón Real de San Isidoro de León, bajo una inscripción en latín que resume sus logros como monarca: "Aquí está sepultado Fernando el Grande, rey de toda España, hijo de Sancho, rey de los Pirineos y Tolosa. Fue él quien trasladó los cuerpos santos a León: el del bienaventurado Isidoro arzobispo desde Sevilla, y el de Vicente mártir desde Ávila. Hizo esta iglesia de piedra, que antes era de barro. Guerreando, hizo tributarios suyos a todos los sarracenos de España. Conquistó Coimbra, Lamego, Viseo y otras ciudades. Tomó, por las armas, los reinos de García y de Vermudo. Murió el 27 de diciembre de 1065.
El 21 de diciembre de 1063 se consagró el nuevo templo, que cambió de advocación por el traslado de las reliquias de San Isidoro, ganadas a Al-Mutadid de Sevilla tras una campaña militar. Allí recibió sepultura. Además, bajo su mecenazgo se fomentó también el trabajo del marfil y de los códices miniados, ejemplo de ello son el famoso Cristo de Fernando I y Doña Sancha, conservado en el Museo Arqueológico Nacional y el beato de Fernando I, del que podemos disfrutar en la Biblioteca Nacional.
Sus restos yacen para la eternidad en el Panteón Real de San Isidoro de León, bajo una inscripción en latín que resume sus logros como monarca: "Aquí está sepultado Fernando el Grande, rey de toda España, hijo de Sancho, rey de los Pirineos y Tolosa. Fue él quien trasladó los cuerpos santos a León: el del bienaventurado Isidoro arzobispo desde Sevilla, y el de Vicente mártir desde Ávila. Hizo esta iglesia de piedra, que antes era de barro. Guerreando, hizo tributarios suyos a todos los sarracenos de España. Conquistó Coimbra, Lamego, Viseo y otras ciudades. Tomó, por las armas, los reinos de García y de Vermudo. Murió el 27 de diciembre de 1065.
Gracias por hacer estas pequeñas ampliaciones del tema, me ayudan mucho a estudiar.
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